domingo, 28 de noviembre de 2010

contaminacion de terbutilazina en el embalse del Dañador

El embalse del Dañador abastece de agua potable a los más de 20.000 habitantes que conforman la Comarca jiennense de El Condado. Este embalse fue construido en 1965 y está situado en el cauce del río Dañador, perteneciente al término municipal de Venta de los Santos (Montizón).
Desde su fundación, la gestión del embalse del Dañador ha pertenecido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio de Medio Ambiente), pero recientemente, en enero de 2009, es la Junta de Andalucía la que gestiona estas aguas, más concretamente la Agencia Andaluza del Agua.
El año 2004 contó con una primavera bastante lluviosa y este hecho provocó que los agricultores tuvieran que emplear unas dosis más elevadas de productos fitosanitarios en sus olivares para frenar el nacimiento de las malas hierbas en estos terrenos de explotación agrícola. Como consecuencia de las intensas lluvias, la tierra no fue capaz de absorber toda la cantidad de agua que en ella había, algo que provocó que la sobrante fluyera por los riachuelos de la zona hasta desembocar en el embalse del Dañador. Esta agua contenía unas altísimas concentraciones de plaguicidas, pero, sin embargo, pasó a la red de consumo público una vez que el agua siguió el procedimiento usual al llegar a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), situada a unos dos kilómetros del embalse. Fue al día siguiente, el 2 de junio de 2004, cuando, al realizar un análisis rutinario del estado del agua en la localidad de Chiclana de Segura, se detecta la presencia de terbutilazina, pero en unas dosis apenas insignificantes y muy por debajo de los niveles establecidos por las normativas españolas y europeas. Es en estos momentos cuando se despierta el alarmismo entre los responsables del mantenimiento del agua y se recomienda realizar los análisis rutinarios de manera más continuada, con el objetivo de percibir con rapidez cualquier posible riesgo de contaminación del agua.
El día 16 de junio la Delegación de Salud de la provincia de Jaén decretó la prohibición para el consumo humano del agua procedente del Dañador. Desde ese día, los más de 20.000 habitantes de la Comarca de El Condado vieron cómo no volverían a beber el agua de sus grifos hasta que ésta no alcanzara de nuevo los niveles óptimos aconsejados para un consumo saludable del agua. La alternativa que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir buscó a esta situación de emergencia, fue la de abastecer de agua a los municipios afectados con una flota de seis camiones cisterna con capacidad para 30.000 litros de agua cada uno. Durante más de ocho días, los vecinos de estos municipios tuvieron que acudir a las plazas de sus pueblos para recoger el agua que necesitaran sólo para consumir, puesto que el agua que llegaba a los domicilios se podía utilizar para el servicio doméstico.

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